MADRID IMPRESCINDIBLE – La Puerta del Sol

Aunque la mencionamos en varias ocasiones en la entrega “Los 10 imprescindibles”, lo que muchos turistas llaman “plaza” (porque lo es), su nombre indiscutiblemente para todo madrileño es y será La Puerta del Sol.

Un sitio emblemático para la ciudad por muchas razones, la más cercana en el tiempo es que desde 1950 se decidió marcar allí el KM 0 de todas las carreteras españolas y de la numeración de las calles madrileñas.

La fisonomía que presenta actualmente nada tiene que ver en sus orígenes, de hecho, ni siquiera era una plaza. Y aquí, como sucede siempre contando las “Historias de Madrid” debemos dar saltos a lo largo de la historia para comprender mejor la forma en que esta ciudad ha ido modificándose y evolucionando a lo largo de los siglos.

LA PUERTA DEL SOL, según cuentan las referencias históricas, iconográfica y relatos/leyendas literarias, debe su nombre a que allí se encontraba una de las puertas de la cerca amurallada que protegía en la edad media a los pobladores que fueron asentándose alrededor de la muralla S. XV. Y lo “del sol” es porque miraba hacia el este y tenía esculpido un sol encima de la entrada. Dicha cerca seguiría la dirección que hoy establecen las calles Carretas y Montera, dos de las once calles que surgen de ella.

Pero bajo esta plaza, hoy en los inicios del siglo XXI, está excavada la que se considera la mayor caverna artificial jamás construida. En el subsuelo convergen la primera línea subterránea del Metropolitano (Metro/subte), LA línea 1 que cumple 100 años, más LA 2 Y LA 3. Mucho más abajo circulan imparables los trenes de cercanías y de larga distancia, que cual hormiguero, transitan diariamente millones de personas por debajo de la ciudad.

Pero recorramos y recordemos algunos acontecimientos históricos, tradiciones y costumbres a lo largo del tiempo en la fisonomía de este lugar desde donde nos conducen a distintos paseos, a distintos lugares cargados de pasado y más historias, aunque también a sus ofertas gastronómicas de todo tipo y tiendas de compras o diversión nocturna para todos los gustos.

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El edificio más antiguo y emblemático que aún se conserva es el de La Real Casa de Correos (1766-1768), que desde entonces pasó a cumplir distintas funciones oficiales hasta ser hoy la Sede de Presidencia de la Comunidad de Madrid. Ya en 1857 se derriban, entre otros, los conventos de San Felipe y Nuestra Señora de las Victorias que delimitan el trazado actual.

Debajo del reloj, y ante las puertas del edificio se encuentra uno de los símbolos que nos podemos encontrar (que ya he mencionado), que es el KM 0. También al oso y el madroño, símbolo hecho escudo y bandera que identifica la ciudad y la que deberíamos dedicar una crónica exclusiva.

Y el reloj de la Casa de Correos, no es cosa vana, ya que actualmente es el reloj oficial desde donde retransmite las doce campanadas que dan paso al nuevo año; surgió esta tradición allá por el 1.800, cuando se empezaron a comer las 12 uvas, y marca de 1962 la llegada al nuevo año.

Pero existen otros elementos simbólicos que recorren su historia como la estatua de la Mariblanca (la Venus española), el cartel publicitario Tío Pepe, y uno de sus últimos elementos añadidos (1994), ocupando el centro de esta plaza, que es la estatua ecuestre de Carlos III, en cuyo pedestal puedes leer su historia en resumen si estás dispuesto a dar varias vueltas alrededor de ella.

Si las calles que van al oeste (Mayor y Arenal), nos conducen prácticamente al punto del nacimiento de esta ciudad (nuestra primera entrega en Madrid y su historia), pasando por el Madrid de los Austrias y toda la arquitectura de la época. Las calles hacia el este (Alcalá y Carrera de San Jerónimo), nos deparan sendas que nos llevan a muchos de los imprescindibles por conocer. La primera hasta la Puerta de Alcalá, que pasando por la fuente de Cibeles entras al parque del Retiro; y la otra hacia el vértice mismo del famoso “triángulo del arte” que comienza en la fuente de Neptuno.

Las calles hacia el norte son tres vías peatonales y comerciales por excelencia (Arenal, El Carmen y Montera), pero que conducen necesariamente a otros barrios conocidos para los madrileños: Malasaña, Chueca y Tribunal (en este último se encuentra precisamente el Museo de la Ciudad y en el que puedes recorrer gran parte de su historia). Mientras tanto en dirección contraria, sus calles nos conducen hacia los barrios de Antón Martín, Las Letras y Lavapiés o hacia Tirso de Molina y La Latina, con su Mercado dominguero de El Rastro.

Pero todo lo que rodea a la Puerta del Sol es digno de admirar y de ser contado, y mucho más allá de sus límites son otras historias por conocer y que seguiré narrando. Siempre ha sido y será el gran centro de encuentro, de aglomeraciones turística y de todas las manifestaciones de fiestas o reivindicaciones; incluso es paso obligado para el ganado, ya que por allí está marcada la cañada real que permitía el acceso a la ciudad en la trashumancia y que hasta el día de hoy se realiza simbólicamente todos los años antes del invierno.

Pero todo ello y mucho más ya te lo contaremos cuando vengas a Madrid.

PUERTA DEL SOL Y SUS ALREDEDORES

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